Estos conceptos son familiares a todos los que han solicitado un préstamo alguna vez, pero ¿sabemos en qué consisten y cuáles son sus diferencias? Vamos a intentar ahondar un poco más en ambos, pues son muy importantes dentro de nuestras finanzas personales.
El TIN, o Tipo de Interés Nominal, hace referencia al interés que aplica la entidad financiera por el servicio de prestar dinero (indica qué porcentaje recibirá el banco por la cesión de fondos). Es decir, refleja sólo el coste de ese producto financiero.
Por su parte, la TAE, o Tasa Anual Equivalente, indica el total de los costes del préstamo. Engloba el TIN y otras variables como las comisiones bancarias, los costes de gestión o los plazos de la operación. No están incluidos gastos como notarías, seguros o vinculaciones. Así, la TAE nos permite conocer de forma sencilla cuál va a ser el coste total del préstamo.
Tener claros ambos conceptos nos ayudará a saber qué vamos a pagar por nuestros créditos. Algo muy importante en nuestra planificación financiera, que nos permitirá tener un mayor control sobre nuestro presupuesto como punto de partida para mejorar nuestra salud económica.