Hoy, queremos ayudarte a entender qué es el interés compuesto. Albert Einstein lo definió como “la octava maravilla del mundo y la fuerza más poderosa del universo” y es que, en palabras del genio, “el que entiende el interés compuesto lo gana y el que no lo entiende lo paga”. Si quieres conocer el poder de este factor sobre tus inversiones y cómo afecta a tus ahorros, no te pierdas este post.
Qué es el interés compuesto
El concepto de interés compuesto hace alusión a la capitalización de las inversiones por medio de la generación de intereses. Es decir, el interés que se va acumulando para volver a producir nuevos intereses. De ese modo, supone un efecto multiplicador sobre los rendimientos del capital inicial.
Características del interés compuesto
Para saber qué es el interés compuesto, podemos fijarnos en una serie de características específicas como son que el aumento del capital inicial invertido (ya que los intereses conseguidos se vuelven a invertir), el crecimiento de los intereses en cada período (derivado de esto) y que la tasa de interés no se aplica siempre sobre el mismo capital, sino que éste va cambiando.
Diferencias con el interés simple
Una vez que hemos definido qué es el interés compuesto, vamos a ver cuáles son sus diferencias respecto al interés simple. La principal es que el interés simple siempre se calcula sobre el mismo capital (sobre la misma cantidad que hemos invertido inicialmente), ya que los intereses generados no se reinvierten. De este modo, la forma de aumentar los rendimientos es que vaya pasando el tiempo y vayamos consiguiendo intereses a lo largo de éste. Mientras que, en el compuesto, ese capital varía; en el caso del interés compuesto, como ya puedes intuir, la rentabilidad es mayor por ese efecto multiplicador de los rendimientos. Por último, el cálculo del interés compuesto es más complejo que el del simple -como veremos más adelante- ya que incluye períodos de capitalización.
Cómo se calcula el interés compuesto
En este artículo sobre qué es el interés compuesto, también queremos que sepas, a groso modo, cómo se calcula. Para hacerlo más sencillo de entender, vamos a obviar la fórmula matemática, y nos centraremos en un ejemplo concreto: con una inversión inicial de 1.000 euros a un tipo de interés del 10% anual, pasado ese año, recibiremos 100 euros en concepto de intereses; esos rendimientos se suman al capital inicial, teniendo 1.100 euros, a los que se volverá a aplicar el 10% de interés, obteniendo al finalizar el segundo año 110 euros (y tendremos 1210); y este proceso se aplicará sucesivamente a lo largo de los años.
Qué factores afectan a este cálculo
Debes tener en cuenta que, en la explicación anterior, partíamos de la base de unos intereses estables y lineales; pero cuando vas a invertir en bolsa o fondos de inversión -por ejemplo- esto no es así; por lo tanto, uno de los factores que afectan al cálculo es el rendimiento anual medio esperado de la inversión. Otro factor, como es evidente, es el capital inicial invertido; a él se suma el tiempo de la inversión; y, por último, debes tener en cuenta que para que realmente recibas el aumento de rendimientos gracias al interés compuesto, debes realizar una inversión regular y periódica.
Qué te aporta el interés compuesto
La principal razón por la que debes saber qué es interés compuesto es porque es un gran aliado para tus inversiones. Como ya hemos comentado, su poder reside en ese efecto multiplicador; esto nos permite aumentar los rendimientos sobre la inversión inicial; pero también conseguir nuestros objetivos financieros en un período menor de tiempo.
El largo plazo
Una vez que has entendido qué es el interés compuesto, no debes perder de vista que es beneficioso siempre a largo plazo; si pretendes recuperar tu inversión en poco tiempo, esta fórmula no es interesante para ti. Por lo tanto, a la hora de aplicarlo a tus finanzas personales, deberás tener en cuenta tus necesidades de liquidez para saber si te compensa.
Cómo afecta a tus ahorros
Ya hemos hablado del efecto multiplicador sobre los intereses de la inversión como una de las mayores virtudes del interés compuesto. Sabiendo que la inversión es la forma de conseguir que nuestros ahorros trabajen por nosotros, podríamos decidir que el poder del interés compuesto consiste en hacer ese trabajo aún más eficiente (pues conseguimos mejores resultados en menor tiempo). Hay una leyenda que relaciona al creador del ajedrez con el interés compuesto; el rey permitió que su creador eligiese la forma en que sería gratificado, y él solicitó un grano de trigo que fuese doblando su valor por cada una de las casillas del tablero inventado, de la primera a la última. El resultado fue que el rey no pudo satisfacer la deuda, ya que no disponía de suficiente trigo en los graneros reales: el importe ascendía a más de 18 trillones.
El interés compuesto juega en nuestra contra en los préstamos
Debes saber que el interés compuesto es un gran aliado a la hora de realizar inversiones, pero juega en tu contra cuando solicitas créditos. Como ya has visto cuando explicábamos qué es el interés compuesto, esta fórmula ejerce un efecto multiplicador sobre los intereses, pero esto es negativo cuando, en lugar de recibir dinero por esos intereses, lo tomamos prestado.
Importancia de la capitalización
Si aún no logras entender qué es el interés compuesto y dónde reside su poder, vamos a volver al ejemplo que utilizábamos a la hora de explicar cómo se calcula, y verás la importancia de la capitalización de tus inversiones: partiendo de la base de esos 1.000 euros de inversión inicial, un interés compuesto haría que, a los 15 años, lo hubieras multiplicado por 4; en el caso del interés simple, tendríamos que esperar más de 25 años para alcanzar ese resultado.
La regla del 72
Existe una regla para demostrar la utilidad del interés compuesto denominada “la regla del 72”. Ésta indica que, para calcular los años necesarios para duplicar tu dinero, hay que dividir 72 entre la cifra del interés devengado; continuando con lo comentado anteriormente, con un interés del 10%, en poco más de 7 años habrías conseguido duplicar la aportación inicial.
El contexto de tipos de interés
En el escenario actual, los tipos de interés están experimentando una subida progresiva y se prevé que continúen subiendo en el futuro. En este contexto (que perjudica al endeudado, pero favorece al ahorrador / inversor), el efecto positivo del interés compuesto sobre las inversiones también se ve incrementado por el aumento de tipos.
En el otro lado: los impuestos
La otra cara de la moneda son los impuestos. Y es que habitualmente, cuantos más intereses recibas, más impuestos deberás abonar. En ese sentido, pueden serte de ayuda los productos con diferimiento fiscal, de manera que puedas aplazar el pago de impuestos en lugar de hacerlo cada año en tu declaración de la Renta.
Aprovecha el poder del interés compuesto
Una vez que ya has descubierto qué es el interés compuesto, vamos a ofrecerte algunas claves para que puedas exprimirlo al máximo en beneficio de tu salud financiera:
- Aumenta tu aportación progresivamente: esto incrementará aún más el efecto multiplicador ya conseguido por los intereses reinvertidos.
- Cuanto antes, mejor: puesto que el largo plazo es fundamental en el caso del interés compuesto, cuanto antes empieces con tus inversiones bajo esta fórmula, mejor.
- Sé constante: Ya que el interés compuesto necesita tiempo, debe ser paciente, constante y perseverante para poder ver los resultados.
- Educación financiera: en este proceso, además de la disciplina, te puede ayudar mucho formarte en la materia mediante algún programa de Educación Financiera.
Conclusión:
El interés compuesto es el que se va acumulando mediante la reinversión para conseguir más intereses. Se diferencia del simple en que no siempre se calcula sobre el mismo capital, sino que éste varía a lo largo del tiempo, su rentabilidad es mayor y exige un cálculo más complejo porque incluye períodos de capitalización. Su principal ventaja es el efecto multiplicador sobre el capital inicial, lo que produce un aumento del ahorro; por lo que es beneficioso para las inversiones, pero en el caso de los créditos nos perjudica. El largo plazo es fundamental para que funcione en nuestro beneficio, por lo que, en este proceso, debemos ser constantes, comenzar cuanto antes y, siempre que sea posible, ir aumentando las aportaciones. En el contexto actual de subida de tipos, su efecto es aún mayor, pero también es importante que tengas en cuenta que, al crecer los intereses, también aumentará el pago de impuestos.