¿Sabes cuáles son las diferencias entre un plan de pensiones y un plan de jubilación? Aparentemente pueden parecer lo mismo, pero hay una serie de factores que diferencian ambos productos.
Somos conscientes de que la jubilación es un tema que nos preocupa a todos, especialmente en el momento actual en el que cada vez son más las voces que alertan sobre la insostenibilidad del sistema público de pensiones; también sabemos de la importancia de una buena planificación de futuro para garantizar nuestro poder adquisitivo no sólo ahora, sino cuando alcancemos nuestra edad de jubilación. Por eso, en Método Free, Escuela de Educación Financiera, te contamos las diferencias entre un plan de pensiones y un plan de jubilación, para que puedas elegir el más conveniente según tus necesidades y características personales.
Pensión y jubilación
Antes de entrar en materia, debemos diferenciar entre estos dos conceptos:
Una pensión es una prestación o subsidio que recibe una persona de forma periódica, que puede proceder del sistema público o entidades privadas, cuando se encuentra en una situación recogida por la ley que le da derecho a percibir esa paga (desempleo, incapacidad, viudedad…).
La jubilación, sin embargo, implica cumplir unos requisitos específicos relativos al trabajo, como haber cotizado durante un período determinado de tiempo y alcanzar la edad mínima legal para el retiro, y supone cesar de la actividad en activo y comenzar a recibir la pensión a la que hacíamos referencia anteriormente.
La principal diferencia: la naturaleza del producto
Como ya hemos comentado, son muchas las similitudes que llevar a confundir ambos productos; pero una de las principales diferencias entre un plan de pensiones y un plan de jubilación se centra en la naturaleza del producto. Para entender esto, vamos a ver en qué consiste cada uno de ellos:
- ¿Qué es un plan de pensiones? Un plan de pensiones es un vehículo de ahorro / inversión, es decir, un producto financiero, de carácter individual y voluntario, que se destina a cubrir contingencias como, fundamentalmente, la jubilación, la incapacidad laboral o el desempleo de larga duración. Las aportaciones voluntarias se destinan a la inversión colectiva, generalmente en fondos de pensiones, para buscar un rendimiento a través de una rentabilidad y lleva aparejadas comisiones por parte de la entidad gestora.
- ¿Qué es un plan de jubilación? En este caso, se trata de un seguro de vida, gestionado por compañías aseguradoras, que se suscribe para estar cubiertos durante la jubilación.
El fin para el que lo contratamos
Como ya has podido ver, una de las diferencias entre un plan de pensiones y un plan de jubilación es el fin para el que contratamos el producto. El plan de pensiones abarca un abanico de opciones más amplio que en el segundo caso, que se centra únicamente en la jubilación.
La liquidez a la hora de rescatarlos
En el momento del rescate (es decir, la devolución del dinero que hemos ahorrado sumado a los rendimientos por las rentabilidades conseguidas), también podemos apreciar diferencias entre un plan de pensiones y un plan de jubilación:
- El plan de jubilación es un producto líquido y reembolsable; esto significa que podemos rescatar este dinero en cualquier momento (aunque si no hemos llegado a la jubilación, deberemos abonar una penalización).
- En el caso del plan de pensiones, existen unas restricciones para poder rescatarlo: sólo podemos disponer del dinero si hemos alcanzado una serie de condiciones establecidas cuando lo contratamos, como incapacidad, enfermad grave, jubilación o desempleo.
El binomio rentabilidad / riesgo
Otra de las diferencias entre un plan de pensiones y un plan de jubilación que podemos apreciar más claramente es el binomio entre rentabilidad y riesgo. Puesto que el plan de pensiones se basa en la inversión en fondos, implica un mayor riesgo con la posibilidad de conseguir también una rentabilidad más alta, aunque siempre en función del perfil del contratante; y también permite aplicar correcciones más fácilmente si no se alcanzan las rentabilidades esperadas, al tratarse de un producto de ahorro a largo plazo.
En el caso de un plan de jubilación, suele ser un producto de menor riesgo (lo que conlleva también rentabilidades más bajas) con un valor fijo, mínimo y garantizado para no poner en riesgo la liquidez a la hora de tener que devolver el dinero al tomador.
La fiscalidad
Una de las grandes diferencias entre un plan de pensiones y un plan de jubilación son las ventajas o incentivos fiscales asociados a cada uno de ellos. La principal con la que cuentan los planes de pensiones es que podemos desgravarnos en nuestra Declaración de la Renta hasta 1.500 euros anuales (aunque no se trata de una exención sino un diferimiento sobre el IRPF, pues a la hora del rescate, sí deberemos tributar por esa cuantía). En el caso del plan de jubilación, no cuenta con esa flexibilidad fiscal, pero sólo se tributa por los intereses generados.
Cuál es más conveniente
No hay un criterio objetivo para establecer cuál de los dos productos es más conveniente. Ambos tienen sus ventajas y desventajas, como has podido ver. Elegir uno u otro dependerá de tus preferencias, necesidades, características personales y tu perfil inversor. En cualquier caso, no son excluyentes, por lo que siempre puedes combinar los dos productos para garantizar una mayor salud financiera de cara a tu jubilación.
Conclusión:
Aunque pueden parecer productos similares, existen grandes diferencias entre un plan de pensiones y un plan de jubilación. Algunas de ellas son el tipo de producto, el fin para el que lo adquirimos, la rentabilidad que podemos conseguir, el riesgo que asumimos, la fiscalidad aplicable y la liquidez a la hora del rescate. Elegir uno u otro dependerá de tus necesidades, características personales, preferencias y perfil inversor; aunque no son productos excluyentes, sino que pueden ser complementarios.