Solemos demorar nuestras decisiones financieras, especialmente las relacionadas con nuestra jubilación, para una edad madura. Esto es un gran error, ya que cuanto antes organices tus finanzas personales, más fácil será que adquieras ciertos hábitos que ayudarán a tu salud y financiera, y más cómodo será ahorrar, pues tendrás más años para hacerlo y necesitarás aportar a este fin cantidades mensuales menores que si comienzas más tarde.
Somos conscientes de que no es nada fácil ahorrar, o incluso sobrevivir financieramente, cuando se estudia o se consigue el primer trabajo, pues son momentos de nuestra vida en que contamos con pocos ingresos y, en ocasiones, con grandes gastos.
Por eso, hoy queremos compartir con vosotros, algunos consejos financieros para jóvenes.
¿Qué se entiende por finanzas personales?
Las finanzas personales se pueden traducir como la gestión de los recursos económicos con los que cuenta una persona o una familia. Se trata de una correcta administración de ingresos y gastos, teniendo en cuenta imprevistos y cambios que se pueden suceder a lo largo del tiempo. Los conceptos de ahorro e inversión son básicos en las finanzas personales. Pero también lo son la educación financiera (la capacidad de entender el funcionamiento de la economía, a nivel país y en el hogar, para tomar las mejores decisiones y saber aprovechar las oportunidades financieras que nos permitan rentabilizar al máximo nuestros ingresos); la planificación financiera (o el proceso de organizar nuestras finanzas con los objetivos que acabamos de comentar), y, por supuesto, la salud financiera (el bienestar económico personal y familiar).
Empieza ya, mañana es tarde
Comenzábamos el post hablando de la importancia de tomar cuanto antes las riendas de las decisiones necesarias para tener unas finanzas personales saludables. A veces, el hecho de ser jóvenes nos hace pensar que no es necesario, no es posible (ya que quizá nuestras circunstancias financieras no son las más holgadas) o no disponemos de la formación necesaria para hacerlo. Nada más lejos de la realidad; adquirir los conocimientos y los hábitos requeridos para tener unas finanzas saneadas es más fácil de lo que crees.
Elabora un presupuesto mensual
Lo primero que debes saber es cuáles son tus ingresos y tus gastos, con el fin de intentar rentabilizar los primeros y reducir al máximo los segundos. Tómate tu tiempo para anotar todos los gastos que realizas en un mes (ya sean fijos o esporádicos, necesarios -como los dedicados a vivienda, manutención o suministros-, o más superfluos). El auge de las Fintech ha conseguido el desarrollo de muchas aplicaciones bancarias que te pueden hacer más fácil este proceso.
Aprende a distinguir entre caprichos y necesidades, y establece prioridades de gasto
Realizar el paso anterior te permitirá identificar tus gastos, pero eso no basta para tener unas finanzas saneadas. Debes intentar discriminar entre los gastos que no tienes más remedio que realizar y los caprichos que te das, a veces, incluso sin ser consciente de ello. Esto no implica la necesidad de cortar de raíz la totalidad de estos últimos, sino tener claros los que te puedes o no permitir sin que dañen tu economía mensual.
Reducir gastos: la claves de todo
Hace unos días os compartimos un post sobre cómo reducir gastos mensuales. Dentro de los principales consejos financieros para jóvenes, uno de los más importantes es reducir los gastos hormiga (los que hacemos sin apenas darnos cuenta), y a partir de ahí, seguro que encuentras otro tipo de gastos que, dedicando un poco de tiempo a comparar y elegir entre opciones disponibles, puedes bajar significativamente.
Revisa tus deudas
En ocasiones, las deudas lastran nuestra economía de tal forma que es del todo imposible ahorrar o, incluso, llegar a fin de mes. Debes tener identificadas estas deudas, y, pese a lo que solemos pensar, también debes saber que no son inamovibles. Como siempre, la información es poder, y comparando entre opciones disponibles en el mercado, es posible que encuentres alguna que te ayude a refinanciarlas con condiciones más ventajosas. Lo que es fundamental es que no permitas que tus deudas se acumulen, ni adquieras nuevas deudas (incluso con peores condiciones) para pagar las antiguas.
Establece objetivos concretos de ahorro
Ahorrar es un hábito a largo plazo, que requiere disciplina y constancia. El hecho de vincular el ahorro con una meta, o algo que nos haga ilusión conseguir, hará más fácil que no desistamos en el intento. Pueden ser objetivos mensuales, anuales, o en el plazo que consideres más adecuado; pero siempre deben ser fijados en un plazo de tiempo, ambiciosos, pero alcanzables.
Crea un fondo de ahorro para emergencias
Este es otro de los grandes consejos financieros para jóvenes, ya que, por norma general, no solemos ser previsores. Sin embargo, contar con un colchón de ahorro nos puede ayudar a que, si ocurre algún imprevisto que requiera una inversión con la que no contábamos, el gasto extra no afecte de forma drástica a nuestro presupuesto mensual.
Utiliza correctamente las tarjetas de crédito
Aprender a usar cada tipo de tarjeta también puede favorecer nuestra salud financiera. Las de débito te permiten llevar un control más inmediato de los gastos; mientras que las de crédito, puesto que aplazan los cargos, te pueden ayudar si no dispones de liquidez en ese momento o si tus ingresos no son siempre los mismos.
Ojo con las suscripciones
Los modelos de compra por suscripción cada vez son más habituales. Amazon, Netflix, Spotify y otros pueden ser muy interesantes, pero también corremos el riesgo de entrar en una serie de gastos fijos mensuales que den al traste con nuestra capacidad de ahorro. Otro de los consejos financieros para jóvenes que más efectivo puede ser es que revises los servicios que necesitas, que te aportan valor, o incluso los que realmente usas, y elimines todos los que no cumplan con estas premisas.
Compara y elige productos financieros con ventajas
Normalmente, la mayoría de las entidades financiera ofrecen productos con ventajas preferentes para jóvenes, por tratarse de un segmento especialmente interesante para ellos con vistas a la fidelización de cara al futuro. Infórmate sobre las condiciones y, siempre que sean favorables para ti, intenta aprovechar esas ventajas.
Piensa en la jubilación
Aunque creas que dentro de los consejos financieros para jóvenes no entra algo tan lejano, lo mejor es pensar en tu jubilación cuanto antes. El ahorro previsional que nos permita no perder poder adquisitivo cuando llegue nuestro retiro y adquirir un plan de pensiones a una edad temprana permite no sólo poder realizar aportaciones mensuales de una cuantía menor, sino poder elegir otra serie de productos con mayores rentabilidades, ya que también podemos asumir un riesgo mayor que cuando estamos más próximos a jubilarnos.
¿Siempre es malo adquirir préstamos?
La respuesta es que no siempre. A veces, un crédito permite aprovechar condiciones ventajosas para nuestras finanzas, especialmente en momentos, como el actual, en el que se da un contexto de alta inflación (perdiendo poder adquisitivo por el alza de los precios) y bajos tipos de interés (nuestro dinero depositado en renta fija, por ejemplo, no genera intereses). En este escenario, la coyuntura económica, paradójicamente, penaliza al ahorrador y favorece al deudor. Pero es importante saber para qué pedimos el crédito; como norma general, la vida útil del producto para el que nos endeudamos nunca debe ser menor que la duración del crédito. No es lo mismo pedir un préstamo para una hipoteca, que para unas vacaciones que son bastante efímeras.
Invierte parte de tus ahorros
Para tener una buena salud financiera, no sólo es necesario reducir gastos y ahorrar; sino que es fundamental invertir de forma que nuestros ahorros trabajen por nosotros y podamos conseguir nuevos ingresos a través de los rendimientos de la inversión. Hay muchos vehículos en los que puedes invertir; desde los fondos de inversión, a inversiones alternativas, pasando por la bolsa, la inversión inmobiliaria o las criptomonedas. Hazlo siempre con el asesoramiento adecuado para que realmente te sea favorable y sabiendo cuál es tu perfil inversor (en función de cuáles son tus circunstancias personales, el riesgo que puedes asumir y la rentabilidad que quieres conseguir) para elegir la opción más adecuada.
Conclusión:
Dentro de todos los consejos financieros para jóvenes que os podemos ofrecer, el más importante es que el mejor momento para tomar las riendas de tus finanzas es ayer. Nunca es pronto para trabajar en tu planificación financiera; comienza con pequeños pasos hasta que hayas saneado todo aquello que pueda dañar tus finanzas y adquirido los hábitos necesarios para que la salud financiera no sea algo imposible de alcanzar.