Hoy, queremos hablar de un tema que aúna las ventajas de la inversión con factores de sostenibilidad, desarrollo social y buen gobierno: la inversión socialmente responsable. Y es que cada vez son más los inversores que apuestan por este tipo de productos como una forma de dar más sentido a sus ahorros e inversiones, consiguiendo rentabilidad a la vez que contribuyen a generar un impacto positivo en la sociedad y el medioambiente. Aunque nuestra labor es puramente formativa e informativa, y no realizamos recomendaciones de inversión, os contamos qué es, qué características la definen, qué aporta, qué productos incorporan estos criterios y todo lo relacionado con la inversión socialmente responsable.
Qué es la inversión socialmente responsable
Entendemos por inversión socialmente responsable (ISR) aquella que no sólo fija su atención en la rentabilidad, sino que también tiene en cuenta valores éticos, sociales y medioambientales. Los productos financieros que incorporan estos criterios de inversión socialmente responsable (ESG por las siglas en inglés de Environmental, social and governance: factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) reciben la denominación de productos éticos o responsables. Este tipo de inversión nace como una forma de contribución a una mejora social y medioambiental frente a los daños que las compañías han podido ocasionar indirectamente, de forma que las empresas ayudan de este modo a conseguir un mayor bienestar social.
Características de la inversión socialmente responsable
Como ya hemos visto, podemos identificar los productos financieros con criterios ISR cuando presta atención a aspectos sociales, medioambientales y de buen gobierno. Para que se consideren productos responsables, deben reflejarlo expresamente en su folleto informativo. Existen distintos sellos y certificaciones internacionales que constatan la alineación de dichos productos con los criterios mencionados. En cualquier caso, para identificarlos, es importante confirmar que se rigen por esos criterios, viendo la cantidad de activos que componen el producto que son acordes con esas políticas, en función del comportamiento de las compañías o incluso solicitando esa información a la entidad gestora.
Inversión socialmente responsable y Agenda 2030
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible contemplados en la Agenda 2030 son tenidos en cuenta dentro de la ISR. Este desarrollo sostenible se caracteriza por generar respuesta a las necesidades presentes sin poner en riesgo las capacidades futuras. Los 17 ODS contemplados en la Agenda 2030 se pueden resumir en:
- Erradicar la pobreza y el hambra
- Asegurar el acceso universal a servicios básicos (agua, saneamiento…)
- Uso de energías alternativas y sostenibles
- Educación, trabajo digno u opciones de desarrollo para todos los individuos
- Innovación mediante infraestructuras que permitan una producción y consumo sostenibles
- Reducir o suprimir las desigualdades sociales
- Respetar y cuidar el medioambiente (combatiendo el cambio climático, protegiendo los océanos….)
- Trabajar por un ambiente de paz y un desarrollo sostenible
Algunos ejemplos de inversión socialmente responsable
Si aún tienes dudas, te detallamos algunos ejemplos concretos de inversión con criterios ISR. Podemos identificar estos criterios en función de las actividades que desarrollan las compañías en las que invertimos; de este modo, estas actividades pueden ir enfocadas a combatir la desigualdad social (empresas que promueven la integración de colectivos vulnerables, el empoderamiento de la mujer…) a reducción el impacto medioambiental (disminuyendo la huella de carbono, mediante acciones que aminoren el calentamiento global o utilizando energías renovables o más sostenibles) o cualquier otra área que contribuya a una mejora social.
Qué aporta la inversión socialmente responsable
Como ya has podido ver, son muchas las aportaciones de la inversión socialmente responsable, pues su razón de ser está en la contribución del inversor y las empresas para conseguir un mundo mejor en su más amplio sentido. No obstante, no se trata de un comportamiento filantrópico, pues, como veremos a continuación, apostar por criterios ISR no significa renunciar a rentabilidad.
Qué productos con criterios ISR se pueden contratar en España
La inversión socialmente responsable se puede aplicar a cualquier producto financiero; desde fondos de inversión a planes de pensiones, pasando por seguros, bonos, acciones o fondos de capital riesgo; aunque los más desarrollados en nuestro país han sido los dos primeros.
inversión socialmente responsable vs productos solidarios y sociales
Los productos financieros éticos o responsables son los que siguen criterios éticos de inversión. Pero, como inversión, busca generar rentabilidad y reducir riesgos. Mientras que los productos financieros solidarios y sociales no buscan estos fines, sino que se identifican con la donación de parte de la comisión de la entidad financiera a un organismo sin ánimo de lucro que se centre en realizar una labor social. De este modo, estos productos no están relacionados con la responsabilidad social corporativa ni con la ISR, pues no busca la rentabilidad.
Rentabilidad de la inversión socialmente responsable
Aunque pueda parecer una acción altruista, la ISR se basa en los mismos criterios que cualquier otro tipo de inversión: buscar la máxima rentabilidad y reducir los riesgos. Por tanto, invertir con criterios socialmente responsables no implica mayor riesgo o menores rendimientos que los asociados a productos que no incorporen esos criterios. De hecho, permite un mayor control de las empresas y actividades en las que invierte. Además, puesto que sus objetivos son a largo plazo, facilita prever riesgos potenciales y reconocer oportunidades de creación de valor. Por tanto, aunque la rentabilidad y el riesgo son características intrínsecas de la inversión y dependen en gran medida de la gestión -así como de otros valores menos tangibles-, la inversión socialmente responsable procura la rentabilidad, estabilidad y liquidez, del mismo modo que cualquier otra inversión.
Evolución de la inversión socialmente responsable
Algunos datos a este respecto indican que el 71% de los inversores individuales prestan interés a este tipo de inversión; 2 de cada 3 inversores españoles coinciden en su importancia y su crecimiento ha sido de un 61% desde el año 2012. Este crecimiento de la ISR ha sido parejo al aumento de concienciación de la población sobre temas relacionados con el desarrollo sostenible, el bienestar social, la reducción de desigualdades o la sostenibilidad medioambiental. Además, en el ámbito de la renta variable, su comportamiento ha sido mejor en términos de rentabilidad en los últimos años, por los factores comentados anteriormente.
Cómo se mide la inversión socialmente responsable
Además de las certificaciones internacionales ya comentadas, existen una serie de índices, como el Dow Jones Sustainability Indexes (DJSI), compuesto por 300 empresas, que representa el 10% de las 2500 principales compañías mundiales de capitalización bursátil. Este indicador atribuye varios trillones de dólares a la ISR. A nivel europeo, podemos hablar del DJSI STOXX, que se centra en el 20% de las mejores compañías de Dow Jones STOXX 600. Por último, los Índices FTSE4Good observan las empresas con mejores prácticas en respeto de los derechos humanos, relaciones con las partes interesadas y sostenibilidad medioambiental.
¿La ISR es para todos los inversores?
La respuesta es que cualquier tipo de inversor, particular o institucional, puede contratar productos con criterios de inversión socialmente responsable. Aunque estos productos deben ser contratados explícitamente, y como en cualquier otro tipo de inversión, contar con un buen asesoramiento profesional puede ser de gran ayuda; además, en este caso, será el propio gestor el encargado de verificar si las compañías cumplen los criterios de ISR (aunque se puede verificar si el producto financiero cumple estos criterios comprobando si cuenta con el sello en su folleto informativo).
Qué activos pueden conformar un producto con criterios ISR
Los activos que conforman la cartera deberán cumplir con los criterios que definen este tipo de inversión. Al igual que en el caso de los productos, pueden ser de diferentes categorías, renta fija (deuda, bonos u obligaciones, tanto pública como privada), activos monetarios (letras o pagarés) o renta variable (acciones), activos de capital riesgo, inmuebles…
Cómo se seleccionan los activos
En el caso de la inversión socialmente responsable, la selección de activos conlleva dos tipos de análisis: el financiero (buscando las empresas con mejor comportamiento o potencial económico) y extra-financiero (que valora las prácticas acordes con la ética y responsabilidad que caracteriza a la ISR), tanto de la compañía como del sector en el que se inscribe, incluyendo de este modo las que obtengan una mejor valoración y excluyendo aquéllas contrarias a estas prácticas o que muestren un peor comportamiento financiero y de índole ético, social o medioambiental.
Cómo invertir con criterios ISR
Respecto a tu proceder como inversor, no hay demasiada diferencia con respecto a inversiones tradicionales. Lo primero que debes hacer es conocer tu perfil inversor, y en base a esto, seleccionar los activos, vehículos o productos que más se adapten a este perfil, dentro que aquéllos que se enmarcan en la categoría de inversión socialmente responsable.
Sectores donde se enfoca la inversión socialmente responsable
Como ya has visto, el abanico de sectores que podemos contemplar dentro de la ISR es muy amplio. Por supuesto, se excluyen aquéllos cuyas prácticas sean contrarias a los criterios medioambientales, sociales o de buen gobierno (un ejemplo sencillo es que la industria armamentística no podría enmarcarse dentro de inversión socialmente responsable). Hay algunos segmentos más proclives y con más posibilidades como pueden ser el de eficiencia energética, gestión del agua, economía circular, Smart cities, movilidad sostenible…
ISR y fondos de inversión
Uno de los productos donde está más extendida la inversión socialmente responsable son los fondos de inversión; esto facilita el proceso de selección de activos que cumplan esos criterios; además, el hecho de tener en cuenta criterios extra- financieros permite tomar decisiones de inversión probablemente más completas al incluir una serie de valores intangibles. Es posible seleccionar las empresas por su comportamiento acorde con los valores citados, o por temáticas concretas (incluso podemos invertir en megatendencias). Por otro lado, las compañías comprometidas con valores sociales, medioambientales y éticos suelen tener mejores resultados a largo plazo, lo que puede influir en un mejor comportamiento del fondo en términos de rentabilidad.
Conclusión:
La inversión socialmente responsable se caracteriza por incorporar valores sociales, medioambientales y de buen gobierno. Como toda inversión, busca aumentar la rentabilidad y reducir los riesgos, por lo invertir con criterios de ISR no implica destinar el dinero a un fin desinteresado, sino que incluso es posible que este tipo de inversión se comporte de mejor modo que otra que no incorpore estos criterios. Existe gran diversidad de productos dentro del ámbito de la inversión socialmente responsable, aunque los más comunes son los fondos de inversión y, en los últimos años, los planes de pensiones. Esta tipología de inversión es apta para cualquier tipo de inversor, si bien contar con un buen asesoramiento puede ser de gran utilidad. Si quieres ampliar tus conocimientos sobre temas relacionados con tus finanzas personales, especialmente los vinculados a ahorro e inversión, te recordamos nuestro programa de Educación Financiera.