La base de nuestra salud financiera es la planificación. Cuanto mayor orden llevemos en nuestras finanzas personales, menos probable será que incurramos en número rojos (con todo lo que esto conlleva) y más fácil será alcanzar la libertad financiera que nos permita que nuestros ahorros trabajen por nosotros. La clave de este orden reside en realizar un correcto presupuesto personal.
¿Qué es un presupuesto personal?
Antes de saber cómo hacer tu presupuesto personal, debes comenzar por conocer en qué consiste. Se entiende por presupuesto la planificación, el cálculo y la anticipación de todos los ingresos y gastos, en nuestro caso, los inherentes al ámbito personal o familiar. El presupuesto personal es la forma de identificar y asignar las partidas más importantes de tus finanzas personales o la economía de tu hogar.
¿Por qué deberías hacer un presupuesto personal?
Como ya hemos dicho, el presupuesto será la mejor herramienta a tu alcance para asegurar la salud de tus finanzas. Se trata de un plan financiero, – algo básico para la supervivencia de las empresas y que también debería serlo en el caso de tu economía-. Te ayudará no sólo a identificar cuánto ingresas y gastas, sino a anticiparte a gastos imprevistos y prevenirlos, a ahorrar, a invertir, e incluso, a rentabilizar tus pagos de deudas o de servicios; y te servirá para adquirir los hábitos y la disciplina necesarios para cumplir tus objetivos; y también es una forma de combatir el estrés financiero.
¿Con qué herramientas puedes contar para hacer tu presupuesto personal?
Cuando reflexiones sobre cómo hacer tu presupuesto personal, debes saber que tienes a tu alcance infinidad de herramientas para ello. Depende de tu forma de ser y de con qué te sientas más cómodo, puedes elegir una u otra. Para los menos tecnológicos, bastaría con un papel y un boli; si estás familiarizado con Excel, las hojas de cálculo te pueden facilitar la automatización de funciones matemáticas (no te asustes, sobre todo serán sumas y restas) y que lo puedas guardar y modificar tantas veces como quieras. Además, a día de hoy, las app bancarias y financieras ofrecen muchas opciones para hacerlo de forma casi mecánica.
El pasado, punto de inicio para el futuro
Puesto que vas a recorrer las principales partidas de tus finanzas personales, es importante que eches la vista atrás para identificar los gastos pasados y las deudas actuales que te permitan establecer con más exactitud el comportamiento que tendrán en el futuro.
Asigna un plazo a tu presupuesto
Para que sea efectivo, el presupuesto personal debe estar acotado en el tiempo, así te será más fácil cuantificar todo. Debes saber que el presupuesto no se realiza una única vez y ya sirve para toda la vida; deberás hacerlo, revisarlo y modificarlo en el período que hayas establecido. Puesto que los ingresos los solemos recibir mensualmente, lo lógico es que el presupuesto también sea mensual, para que haya concordancia de éstos con los gastos.
Sé meticuloso
Cuanto más riguroso seas en el detalle, más exactos serán tus cálculos. Uno de los principales consejos que te podemos ofrecer sobre cómo hacer tu presupuesto personal es que no des nada por supuesto, ni desprecies ninguna partida por pequeña que sea; muchos pocos suman un mucho, y a veces incurrimos en pequeños costes a los que no damos importancia pero que, sumados, afectan de forma relevante a nuestra economía.
Tómate tu tiempo
Otra recomendación sobre cómo hacer tu presupuesto personal es que no tengas prisa. La primera vez que te pongas a este fin, te costará un poco más porque tendrás que pararte a pensar en todas las partidas que venimos comentando. Verás que cuando vuelvas a hacer el presupuesto el mes siguiente, tardarás mucho menos porque hay gastos que se repiten y ya tienes identificados.
Comienza por los ingresos
Ésta será la parte más fácil. Debes detallar todas tus ganancias. La principal vía de ingresos será tu nómina, pensión o lo que recibes por tus facturas en el caso de ser autónomo; si cuentas ingresos pasivos, también deberás tenerlos en cuenta; pero, además, hay momentos en los que se tienen otra serie de ingresos (como, por ejemplo, en el caso de recibir una herencia) que también debes cuantificar en tu presupuesto. Del mismo modo, tendrás que anotar en este apartado si recibes algún tipo de beca, devoluciones de la Agencia Tributaria o rendimientos por las inversiones que hayas realizado.
En los gastos, comienza por los básicos y recurrentes
Una vez que hemos analizado los números positivos del presupuesto, pasamos a los negativos. En la partida de gastos, deberás detallar todas las salidas de ingresos; para que te sea más fácil, puedes empezar por los gastos recurrentes (los que se repiten de forma periódica como los de suministros, transporte, alquiler, comunidad de vecinos, telefonía, internet, alimentación, ropa,…). Como adelantábamos en la forma de cómo hacer tu presupuesto personal, la primera vez te llevará algo más de tiempo identificar todos, pero ya los tendrás ubicados para próximos presupuestos.
Otro tipo de gastos fijos
Además de los gastos que cubren las necesidades básicas y de manutención, es posible que tengas otra serie de gastos que también se repiten de forma periódica. Aquí tendrás que detallar las suscripciones (Amazon, Netflix, Spotify…) y las cuotas en el que caso de que seas socio de algún club o actividad (equipo deportivo, gimnasio, etc.). Esta área también abarca los seguros (de casa, de salud, de coche, de vida o de cualquier otro tipo). Estos gastos no siempre son mensuales, es posible que hagas un pago anual; en ese caso, puedes optar por incluir en tu presupuesto mensual la parte proporcional o asociarlo al mes que te realicen el cargo.
La siguiente partida: los préstamos
En la parte de gastos del presupuesto, tendrás que tener en cuenta también las deudas. Es muy importante que detalles las cuotas que pagas por tus préstamos (hipoteca, créditos personales, si tienes algún renting o leasing, etc.)
Ojo con los gastos hormiga
Ya os adelantamos en algún otro artículo la importancia de los gastos hormiga (esos pequeños gastos que hacemos prácticamente a diario y a los que no damos importancia por tratarse de pequeñas cantidades). Para ser riguroso en cómo hacer tu presupuesto personal, no los pases por alto; de esto va a depender en gran medida la exactitud del mismo.
Presta atención a los cargos de tu tarjeta de crédito
Las tarjetas de crédito nos permiten aplazar los pagos, y esto también lo debes tener en cuenta para hacer tu presupuesto mensual. Calcula cuándo te llegarán los cargos de las compras realizadas y por qué importe para detallarlo en el mismo.
Incluye en la partida de gastos las comisiones bancarias
Si tu entidad bancaria o financiera te aplica comisiones periódicas por sus servicios, también deberás anotarlas como gastos en el mes que corresponda.
Piensa en los impuestos
Del mismo que debes tener en cuenta los gastos que no son fijos o recurrentes, también tienes que prestar atención a los impuestos. Los más habituales que tendrás que detallar son el de la Renta (en el caso de salir positiva, ya que si es negativa o a devolver, lo computarás como ingresos), el de Patrimonio, el de Sucesiones y Donaciones (en el caso de recibir herencias o regalos) o las liquidaciones de IVA en el caso de ser autónomo.
Las aportaciones periódicas
Si tienes algún producto de inversión como un plan de pensiones, debes anotar también las aportaciones periódicas que realizas para que tu presupuesto sea realista.
El fondo de emergencia es fundamental
Ya hemos comentando, en cómo hacer tu presupuesto personal, que esto te puede ayudar a evitar los números rojos. El fondo de emergencia es el protagonista de esto, ya que, tener un colchón de ahorro, te ayudará a hacer frente a posibles gastos imprevistos que podrían impactar muy negativamente en tus finanzas.
Establece metas de ahorro
Una vez que hayas recorrido todas tus partidas de ingresos y gastos, dentro de tu presupuesto personal es conveniente que dediques una cantidad al ahorro. La cantidad concreta dependerá de tus propios cálculos, pero debes establecer una meta mensual de ahorro, en lugar de dedicar a ahorrar lo que te sobre sin más.
El ahorro es el primer paso para la inversión
El ahorro inmovilizado no sirve de nada; en el contexto actual de alta inflación, tus ahorros pierden valor por este aumento del IPC. Por eso, es importante dedicar parte de tus ahorros a la inversión para que tu dinero genere los intereses y rendimientos que realmente te ayuden a aumentar tu poder adquisitivo. Eso sí, tienes que tener en cuenta que nunca debes destinar el fondo de emergencia a este fin. Puedes optar por invertir en fondos de inversión, decidirte por invertir en bolsa o por cualquier otro vehículo que se adapte a tus necesidades (como las criptomonedas, por ejemplo). Una vez decidido a invertir, quizá te sea de ayuda este artículo sobre cómo conocer tu perfil inversor.
Haz los ajustes que consideres necesarios sobre tu presupuesto
Después de repasar todo, es posible que tengas que reajustar algunas previsiones o recalcular ciertos datos. No tengas problema en modificar tu presupuesto tantas veces como sea necesario hasta que sea lo más exacto posible. Y recuerda que deberás hacerlo periódicamente para poder garantizar tu salud financiera.
Conclusión:
El presupuesto personal será de gran ayuda para garantizar tu salud económica y lograr tus objetivos financieros. Si quieres saber cómo hacer tu presupuesto personal, ten en cuenta que debes ser riguroso y tomarte un tiempo para identificar todos tus ingresos y gastos. Una vez detallados, destina una partida al fondo de emergencia, cuantifica tus metas de ahorro y destina parte de ese ahorro a la inversión para que puedas alcanzar la libertad económica.