Hoy, queremos hablar de un tema que nos preocupa a todos como es la jubilación; y es que existe algo llamado “la doctrina del paréntesis” que puede ser de gran ayuda para cobrar la totalidad de tu pensión de jubilación, en el caso de que no hayas cotizado durante los últimos años. Si te preocupa no tener trabajo en ese período de tu vida laboral, no te pierdas este artículo sobre en qué consiste esta fórmula y cómo puede ayudarte a no perder parte de tu pensión.
Qué es la jubilación
Entendemos por jubilación el paso de la actividad laboral a la inactividad una vez alcanzada la edad que establece la ley (aunque también puede ser por incapacidad o enfermedad grave).
Tipos de jubilación
Puesto que, como ya has podido intuir, la doctrina del paréntesis está muy relacionada con la jubilación, es importante que sepas que existen varios tipos de jubilación, como son la jubilación ordinaria (una vez se alcanza la edad y años cotizados necesarios), parcial (compaginando la pensión con la actividad laboral), flexible (similar a la anterior, pero para pensionistas que quieran volver al mercado laboral), o anticipada (la que se produce antes de alcanzar la edad legal).
La pensión de jubilación
La doctrina del paréntesis se aplica en el cálculo de la pensión de jubilación; así que conviene que sepas primero qué es una pensión, qué tipos de pensiones existen y cuáles son los requisitos para su cobro. Una pensión es una paga o un subsidio que perciben los ciudadanos, que alcanzan una situación recogida por la ley, que le reconoce el derecho a tener una cantidad periódica que puede proceder del sistema público o de entidades privadas. En este caso, la situación sería haber alcanzado la edad de jubilación y cumplir una serie de requisitos que veremos a continuación.
Tipos de pensión de jubilación
Podemos hablar de diferentes tipos de pensión; si atendemos a quién es el pagador, se diferencian entre pública (la paga el Estado) y privada (la recibimos de una entidad financiera o bancaria a través de los vehículos de ahorro previsional que hemos contratado). En relación a la situación del receptor, las pensiones pueden ser no contributivas (para las personas que no han cotizado o, al menos, no lo suficiente en la Seguridad Social) o contributivas (cuando sí se ha realizado dicha cotización).
Requisitos para cobrar una pensión de jubilación
Para saber cómo te puede ayudar la doctrina del paréntesis para cobrar tu pensión de jubilación, debes conocer los requisitos para el cobro. En el caso de la pensión contributiva, los requisitos son haber cotizado al menos 15 años a la Seguridad Social, de los cuáles, 2 deben ser durante los 15 años previos a la jubilación; además, si has cotizado al menos 37 años y 6 meses, podrás jubilarte a los 65; en caso contrario, deberás esperar a los 66 y 2 meses (pero siempre deben ser más de 15 los años cotizados). La pensión no contributiva se destina a mayores de 65 que no cumplan las condiciones anteriores, pero se encuentren en necesidad económica (ingresos inferiores a 5.899, 60 euros anuales) y que hayan residido en España al menos 10 años (entre los 16 y los 65).
Edad de jubilación y años cotizados
Como ya has podido ver, el sistema público de pensiones relaciona la edad de jubilación y los años cotizados en el caso de las pensiones contributivas. Y no sólo en número total de años que has aportado cotizaciones a la Seguridad Social, sino que establece que deben haberse realizado en un período determinado (para la pensión contributiva, 2 de esos años deben estar dentro de los 15 previos a la jubilación), esto se denomina carencia específica. Por eso, si este no es tu caso, conocer la doctrina del paréntesis te puede ser de gran ayuda para mantener tu salud financiera en el momento de tu jubilación.
¿Qué pasa si no has trabajado los últimos años?
En el caso de no cumplir esta carencia específica, el resultado podría ser que no percibieses la cuantía total que te corresponde por tu jubilación. Pero como veremos, a continuación, existe una fórmula que se denomina doctrina del paréntesis, que precisamente constituye una excepción a esto. Conocerla bien puede ser una forma de mejorar tus finanzas personales si te encuentras en uno de los supuestos en los que es aplicable.
Qué es la doctrina del paréntesis
Esta fórmula consiste en aplicar un paréntesis en los años que has dejado de cotizar, siempre que haya sido por causas ajenas a tu voluntad. De este modo, se tienen en cuenta para el cómputo los períodos anteriores.
Quién se puede beneficiar de la doctrina del paréntesis
En primer lugar, los parados de larga duración o en paro forzoso sin subsidio, que se han mantenido como demandantes de empleo (o no han podido hacerlo por enfermedad grave), en personas en situación de invalidez o si se trata de un convicto que cumple condena. En definitiva, en los casos en que ese período de carencia específica no se ha producido por causas ajenas a la voluntad del cotizante.
Cómo puede ayudarte en tu jubilación
Si te encuentras en una de las situaciones detalladas anteriormente, y puedes justificar tu intención de trabajar y la imposibilidad de haberlo hecho por causas que no son imputables a tu voluntad, se puede aplicar la doctrina del paréntesis al cálculo de tu pensión, de forma que la puedas cobrar en su totalidad, sin que se reduzca la base reguladora en los años en que no cotizaste.
Cuándo surgió la doctrina del paréntesis
La primera vez que se aplicó la doctrina del paréntesis fue en 2018. Fue aplicada a una persona que había pasado 20 años en prisión tras haber cotizado un total de 27 años; en este caso, la carencia genérica sí la había cumplido (los 15 años totales de cotización), pero no la específica (2 de esos años se deberían haber producido durante los últimos 15 años, pero estaba en prisión). Puesto que se tuvo en cuenta que esto se produjo por causas ajenas a su voluntad, tuvo acceso al 100% de su pensión contributiva.
Qué es la tasa de sustitución
Una vez que has entendido en qué consiste la doctrina del paréntesis, cuándo se aplica y quién se puede beneficiar de ella, debes tener en cuenta que, aunque tengas acceso al 100% de tu pensión de jubilación, la cuantía de ésta no será por el total de lo que percibías cuando estabas en activo, sino por una cantidad menor. Esto es lo que conocemos como tasa de sustitución: el porcentaje de lo que recibes como pensionista en relación al sueldo que recibías como trabajador en activo. En España, actualmente ronda el 80% y se prevé que reduzca en los próximos tiempos hasta un 70% como una de las medias para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
Cómo tener una mejor jubilación
Teniendo en cuenta este último punto, es importan ser previsor y mirar al futuro, de manera que puedas garantizar tu poder adquisitivo cuando llegue la edad de jubilarte. En este artículo sobre cómo tener una mejor jubilación, te contamos cómo. Recuerda que, sea cual sea tu edad, nunca es tarde para continuar formándose, especialmente en todo lo que concierne a tus finanzas personales, ya que son muchos los beneficios de la Educación Financiera.
Diferencias entre plan de pensiones y plan de jubilación
En esta labor de intentar garantizar un mejor futuro cuando llegue tu jubilación, el ahorro previsional es fundamental. Existen distintos vehículos financieros que pueden ayudarte. En ese sentido, te recordamos nuestro post sobre las diferencias entre un plan de pensiones y un plan de jubilación.
Cómo elegir el mejor plan de pensiones
Una vez que conoces las diferencias y has optado por uno de ellos, la pregunta que puede surgirte es cómo elegir el mejor plan de pensiones. En el link puedes encontrar información muy útil al respecto.
Conclusión:
La doctrina del paréntesis es excepción que se aplica a las personas que no cumplen la carencia específica en el cómputo de su pensión de jubilación, siempre que esa ausencia de cotización durante los 15 últimos años previos al retiro, se haya producido por causas ajenas a su voluntad. En el caso de que el cotizante se encuentre en uno de los supuestos en los que es aplicable, puede acceder al total de la pensión contributiva de jubilación. Aun así, convertirse en pensionista supone una pérdida de poder adquisitivo respecto a la situación de trabajador en activo, por lo que el ahorro previsional que nos ayude a garantizarnos un mejor retiro es fundamental. Si quieres ampliar tus conocimientos sobre éste y otros temas, aquí puedes ver nuestro programa de Educación Financiera.