Hoy, queremos hablar de un tema fundamental para la gestión de tus finanzas personales: las comisiones bancarias, ¿qué son y cómo evitarlas? Y es que todos pagamos algún tipo de comisión por la gestión de nuestras cuentas en una entidad financiera. Para saber cuáles son las más comunes, las que nunca debería cobrarte el banco, cómo reclamar las que te ha cargado indebidamente y, sobre todo, cómo evitar pagar comisiones, no te pierdas este artículo en el que te contamos todo lo que necesitas saber.
Qué son las comisiones bancarias
Las comisiones bancarias son el dinero que nos cobra el banco por ofrecernos sus servicios financieros o productos y por permitirnos realizar transacciones económicas. Estas comisiones pueden ser una cantidad fija o un porcentaje sobre el total del valor del servicio o producto, y se pueden establecer una sola vez o pasar al cobro de forma periódica.
Qué debes tener en cuenta en relación a las comisiones bancarias
A la hora de hablar de las gestiones bancarias y los costes que suponen en concepto de comisiones, siempre nos surgen interrogantes sobre hasta dónde pueden llegar nuestros derechos como usuarios y los del banco como prestador de servicios. Para intentar escalecer todo esto, te recordamos algunas cosas que debes tener en cuenta respecto a las comisiones bancarias:
- No hay una ley que limite las cantidades que te puede cobrar el banco por prestar sus servicios, del mismo modo que tampoco se limitan las que cobra cualquier empresa por los suyos. No obstante, existen algunas excepciones y una serie de comisiones que no pueden aplicar, así como algunas cantidades que sí están reguladas o determinadas en un rango por las leyes.
- El Banco de España no determina estas cantidades.
- El consumidor debe ser informado previamente sobre la aplicación de esas comisiones, bien mediante contrato, comunicaciones con la entidad o también puedes solicitar esa información en tu sucursal bancaria.
- Cuando se realizan cambios en las condiciones que afecten a las comisiones que vas a pagar, deben informarte con una antelación mínima de dos meses.
- Las cantidades que cobran los bancos no son uniformes en todas las entidades; habitualmente, los neobancos o bancos digitales suelen aplicar menos comisiones que la banca tradicional.
Cuáles son las comisiones bancarias más frecuentes
Aunque como ya hemos comentado, el banco puede aplicar comisiones prácticamente a todos los productos que te ofrezca, las más habituales son:
- Comisión por mantenimiento: se aplica a las cuentas bancarias (ya sea cuenta corriente o cuenta de ahorro) y habitualmente son las más elevadas.
- Comisión por transferencias: por enviar dinero.
- Comisión por administración: por realizar movimientos bancarios.
- Comisión por descubierto: cuando entras en números rojos
- Comisión por retirar efectivo en cajeros: normalmente, cuando pertenecen a otra entidad.
- Comisión por emisión o mantenimiento de tarjetas: ya sea tarjeta de crédito o de débito, por tener una o por su utilización.
- Comisión por el uso de tarjetas en el extranjero: cuando las utilizas fuera de España.
- Comisión por operaciones en ventanilla: cuando realizas transacciones en la sucursal.
- Comisión de apertura: asociada a determinados productos, como por ejemplo al solicitar una hipoteca.
- Comisión por amortización anticipada: por amortizar la hipoteca antes de su vencimiento.
Cuáles son las comisiones que el banco no debería cargarte
Aunque hemos comentado que el banco te puede cobrar comisiones por lo que quiera y en la cantidad que quiera, esto no es del todo exacto, pues hay algunas circunstancias en las que la entidad no te puede cargar comisiones, como son:
- En el caso de que tu banco no te cobre por realizar transferencias a otra entidad en España, tampoco puede hacerlo cuando haces una transferencia internacional inferior a 50.000 euros, pues éstas deben tener el mismo tratamiento que las realizadas en territorio nacional.
- Por mantenimiento de una cuenta donde tienes la hipoteca para las firmadas con anterioridad a 2012.
- Comisión por descubierto si es a consecuencia del cobro de otra comisión; además de esto, como comentamos en nuestro post sobre el descubierto bancario o números rojos, la comisión por descubierto sólo se puede cobrar una vez en el mismo período y no es compatible con la comisión de apertura.
- Comisión por valoración o descubiertos técnicos: esto es así porque no se trata de un descubierto bancario como tal, sino de un desajuste entre la fecha contable de la operación que da como resultado el descubierto y la fecha de valoración.
¿Se pueden reclamar las comisiones bancarias?
En el caso de que el banco haya incurrido en algún tipo de ilegalidad respecto a la aplicación de las comisiones, el consumir tiene derecho a reclamarlas. Los casos más habituales son si se han dado alguno de los casos anteriores o si va en contra de los supuestos que sí están regulados por ley; si te ha cobra dos veces por el mismo servicio; si no te ha informado sobre cambios en la aplicación de comisiones con la antelación de dos meses a la que están obligados, o si no tienes acceso al libro de tarifas (que debe poder ser consultable tanto en la oficina como online).
¿Cómo evitar las comisiones bancarias?
A pesar de que son muchos los casos en los que el banco puede aplicarte comisiones, queremos ayudarte a evitarlas en beneficio de tu salud financiera. Por eso, vamos a repasar las principales y qué puedes hacer para pagar menos o no pagar cada una de ellas:
Comisiones por mantenimiento y administración
Como norma general, mantener un saldo alto te puede ayudar a negociar con tu banco; además, puedes cancelar y unificar las cuentas que no utilices, realizar algunas vinculaciones con la entidad que te puedan suponer bonificación o supresión de estas comisiones (domiciliar recibos, nómina, etc.) y usar la banca online siempre que te sea posible.
Comisiones por transferencias
Una forma de evitar el gasto asociado a una comisión por transferencia bancaria es no superar el límite de 50.000 euros del que hablábamos anteriormente; así, puedes dividir la cantidad en varias transferencias para no superar ese límite.
Comisiones por descubierto bancario
Para no tener que pagar este tipo de comisiones, debes intentar mantener siempre un saldo positivo en la cuenta, tener un buen historial crediticio, realizar un seguimiento periódico prestando especial atención a los recibos domiciliados, hacer un presupuesto personal que te permita controlar ingresos y gastos, y comunicar expresamente a tu banco que no deseas que aplique el descubierto bancario en el caso de que la cuenta tenga saldo insuficiente para hacer frente a los pagos. Del mismo modo, contar un fondo de emergencia, vigilar el uso de las tarjetas de crédito y los gastos hormiga o contratar un seguro de descubierto también puede serte de ayuda.
Comisiones por mantenimiento de tarjetas bancarias
Habitualmente, el banco te permitirá contar con una tarjeta de manera gratuita y, además, suele establecer una serie de condiciones para no aplicarte esas comisiones (utilizar la tarjeta para un importe o un número de veces determinado). En el caso de que tengas tarjetas bancarias que no uses, lo más sensato es que procedas a darlas de baja para evitar pagar de más.
Comisiones por utilización de cajeros automáticos
Para no abonar estas comisiones (que te aparecerán en pantalla antes de aceptar el movimiento de retirada de efectivo) infórmate de dónde puedes encontrar un cajero propio de la entidad o cualquier otro con el que tu banco tenga convenio.
Comisiones por operaciones en ventanilla
Cada vez son más las limitaciones que establecen las entidades bancarias para realizar movimientos en la propia sucursal. Por eso, utilizar la banca online te puede ayudar en muchas ocasiones a eludir las comisiones por este tipo de servicios.
Como norma general
Para mantener a raya las comisiones bancarias, hay una serie de acciones que puedes llevar a cabo. Algunas de ellas son mantener tus cuentas con buen saldo y contar con un buen historial crediticio; negociar con tu banco la supresión de las mismas; revisar las condiciones de bonificación que debes cumplir; unificar cuentas o cancelar las tarjetas que no utilices; usar en la medida de lo posible la banca online y, como siempre, comparar las opciones que ofrece el mercado y, si es necesario, cambiar de entidad cuando te ofrezcan mejores condiciones o más acordes a tus necesidades y circunstancias.
Conclusión:
Las comisiones bancarias son las que nos aplican las entidades financieras por utilizar sus servicios. Salvo excepciones, las cantidades no vienen determinadas por leyes ni controladas por entidades públicas; pero sí hay una serie de supuestos en los que el banco no te puede aplicar esas comisiones y, en caso de hacerlo, las podrías reclamar. Las más habituales son las asociadas al mantenimiento de cuentas o tarjetas, las derivadas de su uso, transacciones económicas y retirada de efectivo en cajeros, o por descubierto bancario. Para evitar pagar estas comisiones hay una serie de acciones que puedes realizar, a nivel general, algunas de ellas son mantener un buen nivel de saldo e historial crediticio, negociar con tu entidad, cumplir las condiciones de bonificación asociadas, unificar cuentas y cancelar tarjetas que no utilices, usar la banca online y comparar condiciones de otras entidades y opciones disponibles. Si quieres ampliar tus conocimientos en cualquiera de las áreas asociadas a la gestión de tus finanzas personales, inscríbete en nuestro programa de Educación Financiera.