Hoy, queremos hablar de un tema que te puede interesar si estás pensando en pedir un préstamo: el seguro de protección de pagos. Y es que seguramente en alguna ocasión has pensado en qué puede pasarte a ti y a los tuyos si ocurre algo que te impide hacer frente a los pagos de tus deudas. Si quieres saber en qué consiste este tipo de seguros, qué cubre, en qué casos te puede interesar y todo lo relativo al seguro de protección de pagos, no te pierdas este artículo en el que te damos todos los detalles.
Qué es un seguro de protección de pagos
Se trata de un seguro que se suele vincular a un préstamo y se contrata para garantizar el pago de las cuotas en el caso de que ocurra alguna contingencia que imposibilite al prestatario a hacer frente a esos pagos. Como todo seguro, es un contrato entre el titular y la compañía aseguradora que garantiza que, en el caso de que se den las circunstancias recogidas en las coberturas del contrato, será dicha compañía la que se encargue de pagar las cuotas del préstamo para el que se contrata este seguro.
Qué cubre un seguro de protección de pagos
Como ya hemos comentado, el seguro de protección de pagos, asegura que se hará frente a las cuotas del préstamo, aunque se den circunstancias que disminuyan la capacidad de pago del tomador, y supongan una imposibilidad de hacer frente a esas cuotas. Se puede contratar para proteger distintos tipos de crédito, desde un préstamo personal, hasta una hipoteca. Y se trata de una garantía para el prestamista, pero también de un elemento de tranquilidad para el prestatario (la persona que contrata el seguro), lo que se traduce en un instrumento que puede contribuir positivamente a tu salud financiera.
A qué debes prestar atención en este tipo de seguros
Como todo seguro, se trata de algo que suele ser complejo. Por eso, es muy importante que tengas muy claro cuáles son las condiciones y, especialmente, las coberturas. Es fundamental que sepas en qué casos estás cubierto y cuándo no, y que no des por hecho nada, para evitar llevarte sorpresas desagradables en un futuro.
Coberturas más habituales que recoge el seguro de protección de pagos
Las coberturas de cada uno de estos seguros dependerán de lo que ofrezca la compañía, o incluso, de lo que tú quieras cubrir; pues es posible que seas tú el que determine las coberturas que te interesan más, y que la compañía las acepte. Cuáles son las coberturas y hasta dónde llega cada una, dependerá de lo que se haya recogido en la póliza. No obstante, las más habituales son las siguientes:
- Desempleo: normalmente, no recoge la baja voluntaria, ni despidos procedentes, ni jubilación; y además suele cubrir una situación de cierta estabilidad (contrato indefinido, cierta antigüedad, etc.).
- Incapacidad temporal: Se trata de una situación que inhabilita al titular para realizar su trabajo temporalmente, por accidente o enfermedad. Generalmente, no cubre embarazo, maternidad, enfermedades psicológicas, situaciones de estrés (incluido el estrés financiero), si la enfermedad es previa a la contratación de la póliza o accidentes derivados de la práctica de un deporte.
- Fallecimiento: siempre que no sea por suicidio ni enfermedad previa a haber contratado el seguro.
Cómo funciona el seguro de pagos
Aunque dependerá de la compañía concreta, lo habitual es que se establezca el derecho al pago de una cuota por cada 30 días de permanencia en una de las circunstancias anteriores, y también es posible que se indique un plazo máximo, después del cual la aseguradora ya no seguiría abonando las cuotas.
¿Son obligatorios los seguros de pagos?
La respuesta es no. Este tipo de seguros no son obligatorios. Pero, como cualquier seguro, puede ser un aliado para la gestión de tus finanzas personales. Lo que sí debes tener en cuenta es que, dependiendo de tu historial crediticio y solvencia, es posible que la entidad bancaria con la que vas a solicitar el crédito te lo niegue si no cuentas con uno (si hay riesgo de impago), o que te ofrezca algún tipo de bonificación vinculada a la contratación del seguro. Pero no podría obligarte a contratarlo y tampoco puede imponerte su propia compañía aseguradora.
Por qué puede ser interesante
A priori, podrías pensar que el seguro de pagos le interesa más al prestamista que al prestatario; pero no es así. Hay circunstancias que pueden sobrevenirnos y que nos imposibiliten para hacer frente a nuestras obligaciones de pago. Esto puede traer, además del pago de comisiones e intereses por la demora, una situación de sobreendeudamiento, o incluso de descubierto bancario o números rojos, con los problemas asociados que esto conlleva. Contar con un seguro que cubra esos imprevistos puede ser una buena opción; del mismo modo que es fundamental también contar con un fondo de emergencia que nos ayude ante estas situaciones imprevistas.
En qué casos te conviene tener un seguro de protección de pagos
Este tipo de seguros puede ser muy útil si te preocupa el futuro de los tuyos, en el caso de que a ti te pase algo; además, contar con un seguro de protección de pagos puede ayudarte a que las entidades financieras te ofrezcan mejores condiciones (puesto que se asegura la devolución de las cuotas en cualquier situación). Como normal general, suelen ser más interesantes cuando se aplican a préstamos a largo plazo, como por ejemplo, una hipoteca, ya que hay mayor incertidumbre en lo que pueda ocurrir con el paso de los años, y cobraría menos importancia en el caso de un préstamo entre particulares por las propias características del préstamo.
Consejos para contratar este tipo de seguros:
- Debe existir coherencia entre el seguro y el tipo de préstamo. Probablemente no te interese contratar un seguro de pago si la vida del préstamo es corta o si el importe es pequeño.
- Mira bien qué coberturas necesitas: por ejemplo, si eres autónomo las coberturas por desempleo no te servirán de nada y eliminarlas puede ser una forma de ahorro. En esta línea, te recordamos nuestro artículo con consejos para ahorrar en el seguro de hogar.
- Compara siempre las opciones disponibles.
- Si te ofrecen una bonificación en las condiciones del préstamo contratando un seguro, calcula siempre si es rentable, en función del precio del seguro y lo que ahorras en los tipos de interés del préstamo si lo contratas.
Conclusión:
El seguro de protección de pagos se suele vincular a un préstamo y se contrata para garantizar el pago de las cuotas en el caso de que ocurra alguna contingencia que imposibilite al prestatario a hacer frente a esos pagos. Las coberturas dependen de cada póliza, pero las más comunes son por desempleo, fallecimiento o incapacidad temporal. Este tipo de seguros no es obligatorio y suelen ser más interesantes para préstamos de mayor importe y larga duración, como el caso de las hipotecas. Si quieres ampliar tus conocimientos sobre este u otros temas relacionados con tus finanzas personales, no te pierdas nuestro programa de Educación Financiera.