Hoy, queremos hablar de un concepto probablemente desconocido para muchos, pero que puede ser una herramienta a tu favor en la gestión de tus finanzas personales: qué es pignorar un préstamo. Y es que esta actuación puede ser la diferencia entre el sí o el no a la hora de pedir un préstamo. Si quieres saber en qué consiste esta práctica, para qué sirve, las características de este tipo de créditos, y las ventajas e inconvenientes de pignorar un préstamo, no te pierdas este artículo en el que te contamos todo lo que necesitas saber.
¿Qué es pignorar un préstamo?
Entendemos por pignorar un préstamo otorgar algún tipo de bien en prenda o depósito como garantía de que vamos a devolver ese dinero. En cualquier crédito, lo habitual es que el prestatario responda con su garantía personal; es decir, ofrece como garantía su patrimonio (actual o el que tenga en el futuro) para asegurar que ese dinero podrá ser devuelto al prestamista. Sin embargo, en este caso, se ofrece una garantía adicional, propia o de terceros, para confirmar que vas a restituir las cantidades acordadas. Este tipo de práctica suele ser habitual cuando la persona que solicita el préstamo no ofrece el grado de solvencia que la entidad que concede el crédito considera necesario.
Características de un préstamo pignorado
Este tipo de créditos tienen unas características particulares como son:
- Se trata de un producto financiero que no ofrecen ni publicitan todos los bancos, ni es para todo tipo de perfiles.
- Puede ser una alternativa ene caso de solicitantes que no cumplan con las condiciones de solvencia que requieren los bancos para conceder el préstamo. Pero a su vez, las entidades suelen restringir su ofrecimiento a clientes de banca privada (con un patrimonio superior a 80.000 euros).
- Los intereses pueden ser más bajos que los de otro tipo de créditos (entre 1% y 5% TAE).
- Se suele aplicar a préstamos de entre 1 y 8 años.
- El bien que se entrega en prenda queda inmovilizado hasta que se devuelva el crédito.
- El prestatario no puede modificar ni transmitir ese bien durante la vida del préstamo.
- Se debe detallar la cesión del derecho del bien en una escritura pública.
- Se pueden pignorar distintos tipos de bienes, como veremos a continuación.
- No implica muchos requisitos de vinculación, ni impuestos o trámites burocráticos.
- Se puede utilizar para financiar prácticamente cualquier cosa.
Requisitos para que te concedan un préstamo pignorado
Además de los requisitos asociados a cualquier tipo de crédito, -como ser mayor de edad, tener un buen historial crediticio y no estar en registros de morosos (y en segundo término, no estar en situación de sobreendeudamiento), y tener alguna fuente de ingresos demostrable- hay una serie de condicionante específicos para poder acceder a un préstamo pignorado:
- Poseer el bien que se va a entregar en prenda (o contar con un avalista que lo posea).
- Que la cantidad solicitada vaya en proporción del valor del bien.
- En caso de que lo que se entregue en prenda sea un activo financiero o un activo de ahorro, debe ser gestionado por la entidad que concede el préstamo.
- Poder prescindir de ese bien, puesto que quedará inmovilizado durante la vida del crédito.
¿Qué bienes puedes aportar como garantía?
A hora de pignorar un préstamo, es importante tener claro el tipo de bienes que podemos entregar en prenda. En primer lugar, cabe resaltar que estos pueden ser propios o de un tercero (que actuará como avalista); que deben ser bienes de los que se pueda ceder el derecho de posesión durante el tiempo que dure el préstamo; y pueden ser tanto bienes físicos (una casa, un coche, un local, obras de arte, joyas…), como financieros (acciones de bolsa, el dinero depositado en un fondo de inversión, depósitos, bonos, o en una cuenta de ahorro, etc.). No se podría pignorar, por ejemplo, un plan de pensiones, ya que no se pueden rescatar en cualquier momento, sino sólo en el momento de la jubilación o cumpliendo determinadas condiciones. Y, como dato adicional, especialmente después de lo vivido a raíz de la crisis financiera de 2008, los bancos no suelen aceptar bienes que no sean fácilmente convertibles en capital.
¿Qué pasa si el bien pignorado genera rentas adicionales?
Como ya has visto, los bienes entregados en prenda a la hora de pignorar un préstamo, pueden ser tanto físicos, como financieros. Con respecto a los productos financieros, cabe la posibilidad de que esos bienes generen rendimientos adicionales (por ejemplo, en el caso de las acciones, depósitos, fondos de inversión… la rentabilidad que producen); en ese caso, aunque la custodia recae en la entidad que concede el préstamo, la propiedad sigue siendo del solicitante del crédito, por lo que el bien en sí quedaría inmovilizado, pero los intereses y rentas que genere sí estarían a disposición de su propietario (el prestatario).
Préstamo con garantía pignorada vs garantía hipotecaria
Podemos ver diferencias entre pignorar un préstamo y una hipoteca. Aunque los créditos hipotecarios también tienen como garantía la vivienda en cuestión, el hipotecado puede hacer uso del inmueble mientras dure el crédito (viviendo él mismo o alquilándolo); sin embargo, al pignorar un préstamo, si entregamos en prenda una vivienda, no podemos hacer uso de ella, ni vivir, ni alquilar. También existen diferencias en cuanto a los tipos de interés, la duración del préstamo (ambos suelen ser menores en el caso de los préstamos pignorados), los impuestos y gastos (no tienes que pagar el impuesto de actos jurídicos documentados) o la burocracia asociada al proceso (bastaría con escritura pública del proceso); y los préstamos pignorados no suelen implicar comisiones bancarias de amortización anticipada.
Diferencias con otros préstamos
También existen divergencias entre un préstamo pignorado y otros tipos de créditos, más allá de los hipotecarios. Dejando a un lado el préstamo entre particulares (que no se realiza con una entidad financiera), la principal diferencia con el resto de créditos, además de las ya mencionadas en cuanto a tipos de interese y tiempo de financiación, es que en cualquier préstamo, la garantía es nuestra situación personal y laboral (respondemos con nuestros bienes) y, en el caso del préstamo pignorado, añadimos un bien como garantía adicional de pago.
¿Para qué sirve pignorar un préstamo?
La principal utilidad de este producto es acceder a una financiación a la que es posible que no tuvieras acceso porque tus garantías de solvencia no son suficientes, o hacerlo en mejores condiciones (sobre todo en cuanto a intereses, comisiones y gastos).
Ventajas de pignorar un préstamo
Algunas de las ventajas de este producto financiero son:
- Mayor acceso a la financiación al garantizarse el banco la recuperación del dinero prestado.
- Menor coste en intereses, gastos asociados, comisiones e impuestos.
- En el caso de los bienes financieros entregados como fianza, puedes seguir disfrutando de su rentabilidad. Esto es muy importante si además quieres aprovechar las ventajas del interés compuesto.
- En un caso extremo, el bien entregado como garantía no nos lo podrían embargar a consecuencia de otras deudas, ya que su posesión estaría en poder de la entidad financiera.
Inconvenientes de pignorar un préstamo
- No todas las entidades ofrecen esta opción y cuando lo hacen, normalmente es para clientes de banca privada (con un patrimonio superior a 80.000 euros).
- No podrás acceder al bien o los bienes ofrecidos en prenda mientras dure el préstamo. Y corres el riesgo de perderlo en caso de impago.
- Depende del banco la decisión sobre los bienes que acepta como garantía y, en el caso de activos financieros, deben ser productos de la propia entidad.
- Los plazos son menores (deberás devolverlo antes).
- El importe depende del bien en cuestión (normalmente entre un 60% y un 80% del valor del bien).
¿Qué pasa en caso de no pagar el préstamo?
Si no cumples con tus obligaciones de pago, además de las acciones legales, cargos adicionales generados por impago y quebraderos de cabeza a los que te puedes enfrentar, es posible que pierdas el bien dejado como fianza, que pasará a ser propiedad de la entidad financiera (hasta ahora sólo actuaba como custodio de ese bien, puesto que la propiedad seguía siendo del solicitante del crédito). Lo habitual es que el banco ejecute los activos financieros para convertirlos en dinero (por ejemplo, si son acciones, las venda) o lo eleve a subasta pública en el caso de bienes físicos (casas, coches, etc.).
¿Cuándo te interesa pignorar un préstamo?
Como ya hemos adelantado, pignorar un préstamo es una fórmula que puedes utilizar cuando tu situación financiera no ofrece las garantías suficientes para que la entidad bancaria te conceda el crédito; por lo que, te puede interesar en los casos en que te sea denegada la financiación por estos motivos. Del mismo modo, puede ser conveniente si cuentas con algún bien de valor para conseguir mejores condiciones en cuanto a tipos de interés y gastos asociados. Pero siempre debes tener en cuenta que no vas a poder utilizar los bienes entregados en prenda durante el tiempo que dure el préstamo y que corres el riesgo de perderlos si no cumples con tus obligaciones de pago.
Conclusión:
Pignorar un préstamo es entregar algún tipo de bien (físico o financiero), propio o de un tercero que actúe como avalista, a modo de fianza como garantía de pago. Ese bien quedará inmovilizado hasta que acabe la duración del crédito y, en caso de impago, puede pasar a manos de la entidad financiera. Los intereses y la duración del préstamo suelen ser más bajos que otro tipo de financiación, pero se trata de un producto que no ofrecen todas las entidades ni para todo tipo de clientes. Puede ser una opción en caso de que tu situación financiera no sea garantía suficiente para que la entidad financiera te conceda el crédito, pero hay una serie de riesgos asociados, como los que hemos comentado, que debes tener en cuenta. Si quieres aprender más sobre cualquier área que pueda incidir positivamente en tus finanzas personales, te recomendamos nuestro programa de Educación Financiera.